HARDWARE y demás…

Vamos a dar un pequeño paseo por los tipos de hardware más comunes disponibles para guitarra así como una breve explicación de sus pros y sus contras. La mejor manera de acertar es saber por dónde van los tiros, qué es y qué hace cada cosa.

PASTILLAS

Las pastillas, pickups o micrófonos son las encargadas de recoger el sonido de las cuerdas, como seguro que ya sabréis.

Estas se pueden dividir en magnéticas y piezoeléctricas, siendo más comunes las primeras. Las piezoeléctricas suelen ir localizadas en los puentes, pues funcionan por contacto, no por campo magnético. Están pensadas para dar un sonido más natural, perfecto para recoger tonos acústicos, y necesitan un hueco extra en la guitarra para alojar la pila y una electrónica asociada. La ventaja de tener el piezo en una electrica es que puedes impostar muy requetebien el tono de una guitarra acústica sin cambiar de instrumento.

Pastillas magnéticas

El principio básico del electromagnetismo es que una variación de un campo magnético alrededor de una bobina induce una corriente eléctrica. Una pastilla esta formada por una bobina y un imán. Luego las cuerdas metálicas al moverse, crearan variaciones en el campo magnetico por el que están influidas y esto generará una corriente eléctrica que mandaremos al amplificador. Estas las podemos dividir en dos grupos: de bobinado sencillo o single coils y de doble bobinado o humbuckers. En teoría, la diferencia fundamental entre ellas es que las primeras son más susceptibles de padecer interferencias (hum) y las segundas estan diseñadas para minimizar ese problema.

Dependiendo de los tipos de imanes con los que estén construidas tendremos mayor o menor salida (corriente en mA que se genera en la pastilla). Los más normales son los de ALNICO (aleación de ALuminio, NIquel y CObalto) II, III y V.  Estos se asocian a sonidos más vintage y cálidos. Y los cerámicos, que aunque se les acusa de ser más fríos y asépticos (aunque hay modelos y modelos), tienen por el contrario mayor salida.

Una pastilla con mayor salida saturará antes el previo del amplificador y obtendremos un sonido más potente. Pero a cambio, generalmente, perderemos algo de carácter debido a la mayor compresión. Esto no es algo necesariamente negativo, pero es una característica a tener en cuenta cuando consideremos hacia a donde queremos enfocar nuestro instrumento.

Pastillas de Bobinado sencillo (single coils):

Las pastillas que mayormente asociamos con las guitarras Fender. Existen muchos tipos diferentes, pues las pastillas de Strato, Tele, Jazzmaster, Jaguar, P90, lipstick o Gold Foil, aunque son todas single coil, son diferentes en construcción y tono . Todas ellas se caracterizan por un tono rico en agudos y medios agudos muy apropiados para sonidos limpios y por un ruido de fondo un poco molesto cuando las sometemos a moderados niveles de saturación.

Dado que esta es la gran desventaja de estas pastillas, los fabricantes han ideado diferentes sistemas para solucionarlo tratando de mantener el carácter propio con más o menos éxito.  Fender, Kinmann, Dimarzio… existen un montón de opciones de precios variados y respuestas diferentes. No puedo hablar de todos los sistemas porque no los he probado, pero la opinión más extendida es que no puedes eliminar el “hum” de estas pastillas sin cargarte algo de su personalidad. Entonces, ¿merece la pena? Eso depende de lo que sea más importante para cada uno: tono auténtico o ruido de fondo. Como veis hay que buscar siempre una solución de compromiso.

Pastillas doble bobinado ( Humbucker):

Las  humbucker las asociamos tradicionalmente  con las guitarras Gibson.

Dentro de este grupo nos encontramos también con las mini-humbuckers o las maravillosas Filter’tron.

Se desarollaron con el objetivo de eliminar el ruido de fondo de las single coil. Esto se consigue con dos bobinas conectadas en paralelo con su fase y su campo magnético invertido una respecto de la otra. El ruido se elimina mediante cancelaciones de fase de una manera muy similar al concepto del balanceo en las lineas de audio.

Dado este doble bobinado suelen entregar mayor nivel de salida que las single coils. El hecho de que el sonido sea recogido por dos grupos de polos imantados en lugar de uno, hace que su sonido no sea tan definido y cristalino como las single y destaquen más en medios-graves y graves. Por otro lado no adolecen del efecto tirón de cuerda de manera tan acusada.

Este sonido, generalmente espeso, las hace ideales para muy diversos estilos, desde jazz y blues hasta sonidos más extremos donde aguantan bien los altos niveles de distorsión.

Existen también pastillas humbucker en tamaño de single coil. Es una buena solución si queremos añadir una pastilla de este tipo a nuestra Strat sin tener que modificar el golpeador y el hueco en el cuerpo. Existen muchos modelos y muchos fabricantes, aunque estas nunca llegarán a sonar exactamente como una de tamaño normal.

Pastillas activas y pasivas

Las pastillas pasivas son las más comunes, funcionan sin alimentación externa y la ecualización (control de volumen y tono) consiste en filtros pasivos de recorte de agudos.

Las pastillas activas se reconocen fácilmente ya que necesitan la alimentación de una pila para que puedan funcionar. Normalmente tienen muy baja impedancia y un débil campo magnético que se vale de un previo para aumentar su señal de salida. Esto permite a las cuerdas vibrar más libremente que las pastillas normales derivando en un sonido más limpio y puro. El previo termina de rematar la jugada, ofreciendo más armónicos y mayor salida ofreciendo una señal muy consistente. Son muy populares en guitarras orientadas hacia estilos Metal y Hardcore. Aunque guitarristas como David Gilmour también las ha llegado a usar en sus guitarras.

Sobre el papel es todo un avance, pero como todo de lo que estamos hablando, cuando ganas unas cosas sueles perder otras. Este sonido tan “perfecto” suele ser acusado de no respetar el tono del instrumento o de la madera, sino unicamente el de su propio circuito. Y además está el, para mí, engorroso asunto de la pila.

No hay que confundir las pastillas activas con la circuitería activa que traen algunos bajos de cualquier gama. Estos también llevan pilas pero en este caso suelen ser para alimentar circuitos de boost o de refuerzo de ecualización, muy útiles bien para darle mayor versatilidad al instrumento, bien para compensar unas pastillas y/o mueble mediocre.

AFINADORES

Esos mecanismos que van en la pala de la guitarra, donde enrollamos las cuerdas y que sirven para tensarlas o destensarlas… en fin, los afinadores.

Una de las partes más importantes del instrumento, responsable en gran medida de la estabilidad en la afinación. También influyen en el tono en gran manera dependiendo del material de que estén fabricados.

De una manera práctica voy a hacer distinción entre únicamente dos tipos, los afinadores tradicionales y los de bloqueo.

Los más puristas del tono dicen que los afinadores tradicionales aportan mucho mejor tono. Y que los de bloqueo son blasfemia… Desde luego, en cuestión de estabilidad de afinación y sencillez a la hora de montar las cuerdas, creo que los afinadores con bloqueo marcan una gran diferencia, sobre todo si usamos un puente vibrato sin bloqueo en la cejuela. Aun así y dicho esto,  yo prefiero los tradicionales 🙂

Existen mayormente dos medidas básicas para lo afinadores: de 8mm y de 10mm y habrá que tenerlas en cuenta a la hora de elegirlos ya que deben coincidir con el tamaño de los agujeros en la pala de nuestro instrumento. Si quieres instalar unos afinadores de 10mm y los agujeros de tu guitarra son de 8mm tendrás que agrandarlos con taladro y una broca de 10. Para el caso contrario existen unas piezas de transición que adaptan un afinador estrecho a un agujero más ancho.

PUENTES

El puente es la pieza donde van apoyadas y, en ocasiones ancladas, las cuerdas. Generalmente tienen piezas móviles para poder ajustar la octavación y la altura de cuerdas.

Básicamente hay dos tipos de puentes, los fijos y los móviles.

Puentes Fijos:

Dentro de los fijos podemos encontrarnos los Tune-O-Matic de Gibson, los hardtail o los puentes ashtray que montan las Telecaster. Al igual que las pastillas, existen muchos modelos, casi tantos como guitarras, pero todos vienen a ser más o menos lo mismo.

La gran diferenciación, a nivel práctico, que podríamos hacer dentro de este grupo es los puentes donde las cuerdas pasan a través del cuerpo (string through body), en los que las cuerdas enganchan en el frente de la guitarra (top loaded), mediante un cordal (stoptail) o bien en el propio puente (wraparound).

Los primeros, que se encuentran tradicionalmente en muchos modelos de Fender (Telecaster, Strats con puentes hardtail , bajos Jazz Bass…), pero también en guitarras ESP, Ibanez, etc. se caracterizan por aportar un gran sustain y un mayor ataque, con un sonido más percusivo que los puentes fijos Top Loaded.

Puentes Vibrato:

Aquí incluiremos básicamente los dos tipos más comunes de puentes móviles, los vibratos estilo vintage (introducidos tradicionalmente en las guitarras Fender Stratocaster, Jaguar, Mustang o Jazzmaster)  y los puentes flotantes de bloqueo tipo Floyd Rose.

Hay muchos modelos, pero al igual que antes, estos son los más extendidos y la filosofía de construcción de los restantes no es demasiado diferente.

Vibrato Vintage:

Es, como he comentado arriba, el puente por excelencia introducido originalmente en la Fender Stratocaster. Este bascula sobre 6 tornillos (2 en los modelos más actuales) en un equilibrio entre la tensión que ejercen, por un lado, las cuerdas y por otro lado a un conjunto de muelles. Un puente legendario por su escasa estabilidad de afinación, aunque en los últimos años la mejora en los diseños y en los ajustes está devolviéndole “usabilidad”.  La parte buena es que el hecho de que sean un sistema sin bloqueo de cuerdas en el puente o la cejuela, a diferencia  del Floyd Rose, hace “respirar” mejor a la guitarra y mejora el tono. O al menos es lo que aseguran muchos entusiastas del tono strat vintage. Otro punto a su favor es la relativa facilidad para ajustarlo.

Puente flotante tipo Floyd Rose:

Este puente, que lleva el nombre de su inventor, es la evolución del vibrato vintage que desarrolló el joven Floyd harto de tener que re-afinar su Strat cada dos minutos cada vez que trataba de emular a Hendrix.

El sistema es básicamente el mismo que el vibrato vintage con las diferencias de que bascula sobre dos cuchillas para reducir al máximo la fricción y que las cuerdas van bloqueadas tanto en el puente como en la cejuela mediante mordazas.

Este puente se suele encontrar configurado como flotante, es decir, en ningún momento apoya sobre el cuerpo de la guitarra directamente, lo que permite tirar de la palanca en ambas direcciones desafinando o sobre afinando. Aunque cada vez aparecen más modelos donde es posible configurarlo de diversas maneras.

Un puente Floyd Rose (o imitaciones) de calidad y bien ajustado aguanta lo que le eches. Dale un vistazo a los temas de Steve Vai, por ejemplo, para comprobarlo.

La altura de las cuerdas no es ajustable individualmente, sino en bloque. Suelen ir instalados en guitarras con modernos radios de diapasón, de 14” o 16” en adelante.

La contrapartida de este puente es que el hueco que necesitas en el cuerpo es bastante mayor que para un puente estilo vintage, los ajustes, muy trabajosos de realizar, y el tono, ya que por su construcción las cuerdas vibran entre una cejuela con bloqueo y un bloque de metal al que van ancladas. Por ello se suele decir que este puente ignora un poco el papel del mueble del instrumento sobre el que va montado. Personalmente, aunque no es mi puente favorito, no creo que esto último sea totalmente cierto.

POTENCIÓMETROS y otras piececitas electrónicas

Esa pequeña parte de la guitarra que giras para escuchar mejor a tus padres que te llaman a gritos desde la cocina para que vayas a cenar es el potenciómetro de volumen.

Los controles de volumen y tono de la guitarra, esos grandes desconocidos, tienen un papel fundamental no solo en la versatilidad del instrumento, sino también en el tono y la manera de comportarse.

Logarítmico vs lineal

Existen dos tipos de potenciómetros, los logarítmicos y los lineales.

Nuestro oído no se comporta, respecto al sonido, de una manera lineal. Es decir: cada incremento de unidad de presión acústica (dB) no se percibe proporcionalmente. 30 dB No es el doble de presión acústica que 15db, si no que con cada incremento de 3dB tenemos el doble de dicha presión. Es decir, que la diferencia entre dos señales, una de 20db y otra de 23dB tenemos el doble de presión acústica. A este comportamiento se le llama “logarítmico”.

Un potenciómetro común, no logarítmico, con una resistencia proporcionada en todo el recorrido nos daría la sensación de que al girarlo, no baja el volumen, hasta que llegaríamos a un punto en el que cortaría todo prácticamente de golpe.

Como todo en el hardware musical, depende del gusto y del uso, pero generalmente los potenciómetros de volumen en las guitarras suelen ser logarítmicos. Los de tono, sin embargo, al tratarse de filtros se comportan diferentes y es una cuestión más de gustos. Recomiendo probar ambos en esta posición.

Los valores tradicionales para los potenciómetros suelen ser de 250K y de 500K.  A mayor valor de resistencia, más frecuencias agudas dejan pasar, con lo cual si tienes unas pastillas con muchos graves, puedes compensarla un poco poniendo un potenciómetro, por ejemplo, de 1M ohm.

Los llamados push-pull no son otra cosa que potenciómetros normales con interruptores sencillos o múltipolares que aportan más posibilidades al circuito del instrumento (split-coil, cambio de fase, etc)

Condensadores

Los condensadores, junto con sus potenciómetros correspondientes, son los que conforman los circuitos de tono del instrumento (R/C)

En instrumentos pasivos son filtros que atenúan los agudos. En instrumentos con circuitería activa que permiten tanto la atenuación como la amplificación de la frecuencia sobre la que actúan.

Como era de esperar, hay multitud de marcas y de valores que se pueden emplear.  Hay cientos de páginas en foros de gente hablando de unos y de otros…  Personalmente, mi consejo es que probéis algunos, pero sin volveros locos… y sobre todo, al igual que con los potenciómetros, que sean de calidad, ya que son piezas relativamente baratas y te ahorrarán muchos dolores de cabeza.

Conmutadores de pastilla, Jack de entrada, microswitch…

No hay demasiado que contar sobre estas piezas, aparte de como acabo de decir con el resto de la electrónica, que sea de calidad. Recordad: siempre es mejor chasis de metal que de plástico, y que las piezas se vean robustas. Aunque la inmensa mayoría están fabricadas en China, existen diferentes calidades. Ya sé que es difícil apreciarla cuando compras por internet, pero en esos casos de incertidumbre id a marcas buenas, como Switchcraft o CTS y aunque suene evidente, la mayoría de las veces un “Made in Usa” es garantía de calidad.

Cableado

Ríos de tinta se ha escrito, se escribe y se escribirá sobre el cableado de las guitarras.

Si el trabajo es sobre uno de esos instrumentos vintage que necesitan ser respetados al milímetro para que no se vean devaluados, o una réplica moderna de esos monstruos, aún se fabrican y venden los cables coaxiales de Gibson, los de funda de algodón de Fender, etc…

Si no es algo tan exclusivo, un cableado flexible de cobre de buena calidad (no cables de altavoz o de corriente reciclados…) sirve perfectamente bien. Generalmente solo se usan cables muy cortitos para hacer pequeños puentes en la circuitería y la mayoría de ellos son masa/tierra.